Son riquísimas, son fáciles de hacer. La PASTA CON LANGOSTINOS, la cebollita, reducción, poquito de crema, siempre va a ser plato un plato de esos que sacan suspiros. Y queda una pinturita. No me preguntes por qué pero para mí este plato es re de cita.
- Vamos a preparar todo el seteo, olla con abundante agua hirviendo con sal o sal gruesa.
- Limpiar los langostinos o descongelarlos si comprarlos los limpios que vienen freezados.
- Picar la cebolla muy chiquita.
- Pelar y picar el tomate perita. Este es opcional. Se puede hacer sin tomate pero le va a agregar humedad y color.
- Picar un puñado de alguna aromática, puede ser perejil o ciboultte.
- Dorar los langostinos de ambos lados con un chorrito de oliva y la manteca de manteca. Retirar y reservar.
- Ahí mismo, agregar más oliva (o manteca) si fuera necesario y volcar la cebolla picada. Un poquito de sal y rehogar. No pongas el fuego muy fuerte así tenemos una cebolla transparentona y luego pueden dorar un poquito que va a agregar color.
- Ahora le toca al tomate y van a dejar cocinar un rato.
- Subir el fuego y volcar el vaso de vino blanco. Dejar evaporar un poco.
- Bajar el fuego y volver a agregar los langostinos con todo el juguito que haya quedado en el plato. No lo desperdicien.
- Por último la crema de leche, un poquito de agua de cocción (de la pasta), pimienta y cocinar unos minutos hasta que tome buen color, olor y espese un poco.
- Agregar las pastas previamente cocidas en abundante agua hirviendo con sal según los minutos que indique el paquete.
- Espolvorear con el perejil o ciboulette picado.
TIP: se puede hacer sin manteca y pueden evitar la crema de leche si quieren un plato más tranqui. Los langostinos, el oliva, la aromática. Toda su mezcla y cocción va a darle un sabor muy rico igual.