Las preferidas de mi socia.
Las que la vuelven loca.
Las que la hacen transformarse en una termita devoradora de croquetas.
Las que lleva en su lunch y son tan ricas que hasta sus maestras la persiguen para conseguir la receta.
Las croquetas de Eva que le gustan mucho más que las mías. Y no me pongo celosa porque tiene razón. Están tremendas.
Tenerlas en el freezer es una SALVACIÓN.
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- 1 huevo
- 1 taza de arroz
- 2 tazas de agua
- Sal
- 2 cebollas grandes ó 3 chicas
- Perejil fresco
- 50 gr de queso tipo Parmesano
- Hervir el arroz con el agua y la sal.
- Picar las cebollas grandes y dorar en sartén con apenas de oliva. La dueña de la receta dice que el secreto es MUCHA cebolla y que doradita es la clave.
- Mezclar el arroz (dejen enfriarlo previamente) con los huevos, el perejil picado a gusto y el queso finamente rallado.
- Integrar todo muy bien.
- NO LLEVA HARINA. En el caso de que les sea imposible unir, apenas de maicena. Pero tengan paciencia que se puede y les recomiendo usar dos cucharas que es más fácil. Logrando la forma de barquitos que pueden ver en la foto.
- Llevar a fuente engrasada y a horno (200/220). Nada de frito en este caso. Hasta un poquito antes de dorar por completo. Si las doras por demás, pueden quedar muy secas.